Ana Victoria Espino de Santiago, de 25 años, se ha convertido en la primera abogada con síndrome de Down del mundo. La joven mexicana se licenció en Derecho por la Universidad Autónoma de Zacatecas (México) y considera su logro no sólo un hito personal, sino también un símbolo de inclusión y superación.
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Desde niña, Ana se ha enfrentado a muchos retos. Sin embargo, contó con el apoyo de su familia y de una red de apoyo esencial para ayudarla a superar todas las barreras impuestas por la sociedad. La educación en escuelas inclusivas y el estímulo de profesores formados fueron clave para que Ana tuviera acceso a una educación de calidad y pudiera desarrollar sus habilidades académicas y sociales.
Decidida a marcar la diferencia, Ana Victoria quiere utilizar su profesión para luchar por los derechos de las personas con discapacidad y actuar en defensa de quienes, según ella, «no tienen voz». “Quiero ayudar a las personas con discapacidad, ayudar a los que no tienen voz, porque para eso soy abogada”, dijo en una entrevista. Además de trabajar como abogada, la joven también quiere entrar en política y trabajar como legisladora para ampliar las políticas públicas y combatir los prejuicios.
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Ana reconoce que el camino hasta ahora no ha sido fácil, pero cree que su trayectoria puede inspirar a otros y demostrar que la inclusión es posible cuando hay oportunidades y apoyo. Quiere convertir su propia experiencia en un ejemplo positivo, defendiendo causas y buscando la igualdad para quienes se enfrentan a barreras similares. Para ella, más que un diploma, el logro representa una oportunidad de promover un cambio real y ser un modelo de resiliencia y compromiso social.
