Stacey Hatfield, una conocida influenciadora en redes sociales por promover un estilo de vida natural y libre de toxinas, falleció trágicamente a los 30 años después de dar a luz en su domicilio mediante un “parto libre”, es decir, sin la presencia de profesionales sanitarios. La causa de su muerte fue una hemorragia posparto, una complicación grave que puede provocar una pérdida excesiva de sangre tras el nacimiento del bebé.
El fallecimiento fue confirmado por su esposo, Nathan Warnecke, quien relató que Stacey murió pocas horas después del parto, en circunstancias profundamente angustiosas. La pareja había optado por un parto sin asistencia médica, una práctica conocida como “freebirth”, que, aunque gana adeptos entre ciertos sectores, es duramente criticada por la comunidad médica debido a los altos riesgos que implica.
Stacey era muy activa en redes sociales, donde compartía consejos sobre alimentación natural, vida saludable y maternidad alternativa. Defendía con convicción el parto natural en casa como una forma más íntima y conectada de dar la bienvenida a un hijo. Su muerte ha conmocionado a sus seguidores y ha reavivado el debate sobre los peligros del parto sin supervisión médica.
Expertos en salud advierten que la hemorragia posparto es una de las principales causas de mortalidad materna a nivel mundial y que la atención profesional es crucial para evitar desenlaces fatales. Si bien el parto en casa puede ser seguro cuando está planificado y supervisado por personal cualificado, el “freebirth” elimina cualquier tipo de respaldo médico, lo que lo convierte en una práctica de alto riesgo.
Familiares y amigos han rendido homenajes a Stacey en redes sociales, recordando su amor por la familia y su compromiso con un estilo de vida natural. Nathan Warnecke ha agradecido las muestras de apoyo recibidas y ha solicitado privacidad para afrontar este difícil momento junto a su hijo recién nacido.
