Vitória Dias, una joven brasileña de 21 años de Porto Feliz (São Paulo), enfrentó una gestación extremadamente complicada debido a una hipertensión severa. Su segundo hijo, Benício, nació el 31 de abril mediante una cesárea de urgencia que, según los médicos, fue decisiva para salvar su vida. La intervención fue descrita por los profesionales como una “cesárea salvadora”, ya que la placenta estaba muy deteriorada por la presión arterial elevada.
El bebé fue diagnosticado con albinismo inmediatamente después del parto, una condición sin antecedentes en la familia de Vitória. La noticia causó inicialmente temor en la madre, quien desconocía detalles sobre esta condición genética. A pesar del susto inicial, Vitória considera a Benício un verdadero milagro: “Fue un arcoíris en medio de la tormenta”, declaró, aludiendo a las dificultades vividas durante el embarazo.
Benício ha captado la atención tanto en su ciudad como en las redes sociales. Una publicación inocente en Facebook sobre él generó más de 25.000 “me gusta” en pocas horas, y muchas personas lo comparan con un “bebé reborn” por su apariencia única.
El albinismo requiere cuidados específicos, sobre todo en la visión y la piel. Benício presenta nistagmo y miopía con un grado de 7.0, por lo cual utilizará gafas como parte del tratamiento visual. En cuanto a la piel, los médicos han recomendado evitar la exposición al sol y a la luz intensa hasta que pueda comenzar a usar protector solar, a partir de los seis meses de edad.
Vitória, que anteriormente solo conocía a tres personas con albinismo, ha aprendido a adaptarse y cuidar de su hijo con dedicación. “No hay antecedentes en mi familia, fue todo muy nuevo para mí”, confesó. La historia de esta madre y su hijo ha conmovido a miles de personas, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y superación.