En un emotivo acto de amor y solidaridad familiar, Luciani Pereira Mendonça, una mujer brasileña de 48 años, dio a luz a su propia nieta, Hadassa, como vientre solidario para su hija Jéssica Laís Pereira Mendonça Bernardes, de 29 años. La historia tuvo lugar en Birigui, São Paulo (Brasil), y ha conmovido a miles de personas en redes sociales.
Jéssica padece esclerodermia, una enfermedad autoinmune que afecta la piel y órganos internos. Aunque logró estabilizar su salud, los medicamentos comprometieron su fertilidad y los médicos advirtieron que un embarazo pondría en riesgo su vida. Ante esta situación, su madre se ofreció voluntariamente para gestar al bebé mediante fertilización in vitro (FIV), utilizando el material genético de Jéssica y su marido, Jefferson Hamilton Bernardes.
Luciani se sometió a tratamientos hormonales y a rigurosos exámenes médicos antes del procedimiento. Solo contaban con una oportunidad de FIV, que resultó exitosa. La gestación transcurrió sin complicaciones, y el parto se adelantó dos días, ocurriendo el 23 de julio. La cesárea fue realizada a primera hora de la mañana, con Jéssica y su esposo presentes en la sala de operaciones.
La experiencia fue profundamente emotiva para toda la familia. Jéssica expresó su gratitud a Dios y a su madre por haber hecho posible su sueño de ser madre. Compartió un vídeo del parto en redes sociales que rápidamente se volvió viral, con mensajes llenos de fe y emoción. “El cuerpo no podía, pero el amor de mi madre me prestó un vientre”, escribió.
Luciani también compartió su felicidad: “Fue muy lindo ver en sus ojos cuando me vio sostener a su hija. Me siento honrada de haber cumplido su sueño y muy agradecida a Dios por este milagro”.
Esta historia no solo resalta los avances médicos en reproducción asistida, sino también el poder del amor incondicional entre madre e hija, capaz de superar cualquier obstáculo para construir una nueva vida.