Las autoridades han intensificado los controles en los alrededores de la presa de Mingorrubio, en El Pardo, debido a la crecida del río Manzanares tras días de intensas precipitaciones. Este episodio de lluvias, calificado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como el peor en décadas, ha provocado cortes en varias infraestructuras clave de la capital, incluida la M-30 y la M-40, y mantiene en alerta máxima a la ciudad ante el riesgo de inundaciones.
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Accesos restringidos y seguridad reforzada
Desde primera hora de la mañana, agentes forestales han delimitado un perímetro de seguridad en la zona de Mingorrubio para impedir el paso a los curiosos. Sin embargo, no todos los vecinos han acatado la advertencia. “Un señor me dijo que no pasara, pero no le hice ni caso”, relata un hombre que asegura ser ingeniero jubilado y que acudió expresamente a ver el desagüe de la presa, al que describe como un “espectáculo hermoso”.
A pesar de las señales y cintas de precaución, algunos transeúntes siguen desafiando las restricciones. “Es como ponerle puertas al campo”, comenta una vecina mientras pasea a su perro. Otros, en cambio, han optado por observar desde la distancia la fuerza del agua, que ha inundado completamente la pasarela de Mingorrubio, un puente metálico que ha quedado sumergido y convertido en un dique improvisado atrapando árboles y maleza.
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Riesgo de inundaciones y gabinete de crisis en marcha
Las lluvias continuarán durante el jueves y el viernes, según la AEMET, lo que podría agravar la situación. El desbordamiento del Manzanares mantiene en vilo a las autoridades, que han formado un gabinete de crisis para evaluar los riesgos en tiempo real.
Se prevé que las horas más críticas lleguen durante la noche y la jornada del viernes, con posibles anegaciones en tres de las principales arterias de Madrid: la M-30, la M-40 y la A-6. Por ello, se recomienda evitar desplazamientos innecesarios y, en la medida de lo posible, no utilizar estas carreteras hasta que la situación se estabilice.
