Nicolás Maduro recibe medalla como ‘Arquitecto de la Paz’ en Caracas. (Foto: Instagram)
En un acto oficial celebrado el pasado miércoles 17 de diciembre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue condecorado por la Sociedad Bolivariana de Venezuela con una medalla honorífica que lo designa como "Arquitecto de la Paz". La ceremonia tuvo lugar poco después de que la líder opositora María Corina Machado fuera galardonada con el Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega.
Durante el evento, el general Pompeyo José Torrealba elogió a Maduro por su "entrega a Venezuela" y lo describió como un "caraqueño ejemplar y luchador". Según Torrealba, se le debe a Maduro la paz no solo en Venezuela, sino en toda América Latina e incluso en el mundo. Las declaraciones y la condecoración han sido interpretadas como una respuesta directa al reconocimiento internacional recibido por Corina Machado, quien fue premiada por su lucha por una "transición justa y pacífica" hacia la democracia en Venezuela.
Machado, que se encuentra oculta dentro del país debido a restricciones impuestas por el gobierno, logró viajar clandestinamente a Noruega. Aunque no llegó a tiempo para la ceremonia oficial, su hija, Ana Corina Machado, recibió el Nobel en su nombre. En Oslo, la opositora se reunió con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, y expresó su esperanza de que Venezuela logre recuperar la democracia.
La entrega del Nobel a Machado ha sido vista como un duro golpe para el régimen de Maduro, que ha sido acusado por la comunidad internacional de manipular elecciones para perpetuarse en el poder. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene una fuerte presión sobre el gobierno venezolano, con un cerco militar en el Caribe y América Latina que incluye el despliegue de buques de guerra, submarinos nucleares, cazas F-35 y el portaaviones USS Gerald R. Ford. Esta operación se justifica oficialmente como parte de la lucha contra el narcotráfico.
El contraste entre ambos reconocimientos —el internacional a Machado y el nacionalista a Maduro— refleja la profunda división política y simbólica que atraviesa Venezuela en un momento de creciente tensión regional.
