Con la llegada de un nuevo año, resurgen las predicciones de personajes que aseguran tener visiones del futuro. Entre ellos destaca Athos Salomé, apodado internacionalmente como el “Nostradamus Vivo”. Este brasileño afirma haber anticipado diversos eventos recientes y ahora advierte sobre un fenómeno que considera extremadamente preocupante para 2026: intensas tormentas solares.
Según Salomé, desde 2024 el Sol ha mostrado un aumento constante de actividad, con señales de inestabilidad que, combinadas con proyecciones científicas, podrían tener un impacto considerable en la vida cotidiana de millones de personas. El vidente señala que el momento más crítico ocurrirá a comienzos de marzo de 2026, cuando se espera que las variaciones solares alcancen su punto máximo.
En una entrevista, Salomé explicó que el incremento de la actividad solar representa un riesgo físico creciente. A su juicio, las tormentas solares podrían provocar más daños inmediatos que las crisis económicas, los conflictos internacionales o los problemas sociales. Advierte sobre posibles fallos en el suministro eléctrico, interrupciones en las comunicaciones y daños en sistemas electrónicos si una eyección solar severa impacta la Tierra.
La NASA respalda parte de estas preocupaciones al explicar que las tormentas solares se producen cuando el Sol libera partículas y campos magnéticos hacia el espacio. Si estas partículas alcanzan nuestro planeta, pueden alterar su campo magnético, desencadenando desde auroras intensas hasta apagones masivos. No obstante, la agencia aclara que estos eventos no suponen un riesgo directo para la salud humana.
Históricamente, el Evento Carrington de 1859 es un ejemplo de los efectos de una tormenta solar, que provocó auroras inusuales e incendios en sistemas de telégrafo. Los científicos recuerdan que el Sol atraviesa ciclos de 11 años y que el próximo pico de actividad está previsto precisamente para marzo de 2026.
Además de los fenómenos solares, Salomé anticipa tensiones geopolíticas entre China y Rusia que podrían derivar en un conflicto global, así como la aparición de una nueva enfermedad con potencial pandémico. Destaca la importancia de reforzar los sistemas de vigilancia sanitaria y el progreso de la Unión Europea en la aprobación de vacunas basadas en mRNA.
