Volodymyr Zelensky exige claridad en las negociaciones de paz impulsadas por EE.UU. (Foto: Instagram)
Las delegaciones de Estados Unidos y Ucrania retomaron este viernes 5 de diciembre en Miami las conversaciones para avanzar en un posible acuerdo de paz que ponga fin a la guerra iniciada por Rusia. Según autoridades ucranianas, el encuentro da continuidad a los “diálogos constructivos” mantenidos previamente con representantes del gobierno del presidente Donald Trump.
Oleksandr Bevz, asesor del jefe de gabinete de la Presidencia ucraniana, afirmó que las negociaciones abordan aspectos clave del proceso de paz, cuyos resultados serán presentados al presidente Volodymyr Zelensky en las próximas horas. Se espera que Zelensky defina los próximos pasos de su equipo negociador tras analizar la información.
Este nuevo ciclo de conversaciones ocurre tras una reunión de casi cinco horas celebrada a inicios de semana en Moscú entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y los enviados estadounidenses Steve Witkoff y Jared Kushner. Aunque el Kremlin calificó el diálogo como “útil y sustancial”, no se lograron avances concretos. Rusia mantiene como principal exigencia la entrega total de la región de Donbás.
En paralelo, Putin ha intensificado las amenazas, asegurando que Rusia tomará el Donbás “por medios militares u otros” si Ucrania no retira sus tropas. Actualmente, Moscú controla aproximadamente un 19,2% del territorio ucraniano, incluyendo la totalidad de Luhansk, más del 80% de Donetsk y zonas de Kherson, Zaporizhzhia, Kharkiv y Sumy.
Zelensky respondió afirmando que Ucrania está preparada para cualquier escenario, pero subrayó que no aceptará concesiones territoriales como parte de un acuerdo. El mandatario insiste en conocer con precisión lo discutido en Moscú y exige transparencia sobre las posibles nuevas condiciones impuestas por Putin.
Las negociaciones se desarrollan bajo fuerte influencia de Washington, con la Unión Europea excluida del proceso. El Kremlin ha confirmado que los diálogos se limitan exclusivamente a Estados Unidos y Rusia. Ante esta situación, Kiev reclama mayor claridad y reafirma que solo aceptará un acuerdo que garantice una “paz digna”, incluyendo compromisos de seguridad y avances en el proceso de integración en la Unión Europea.
