El papa Leão XIV durante su visita pastoral en Beirut, donde pidió el fin de la violencia y se reunió con víctimas del conflicto. (Foto: Instagram)
Durante su visita oficial al Líbano, el papa Leão XIV instó al cese inmediato de los ataques y hostilidades en el país, especialmente tras los recientes bombardeos israelíes, a pesar de una tregua vigente desde hace más de un año con el grupo Hezbollah. En su discurso en Beirut, el pontífice subrayó que “la lucha armada no trae beneficios” y defendió el diálogo, la mediación y la negociación como caminos hacia una paz duradera.
El líder de la Iglesia Católica celebró una misa al aire libre en la costa de la capital libanesa, donde abogó por una nueva mentalidad en Oriente Medio que rechace la violencia y abra espacio para la reconciliación. Su mensaje fue recibido con entusiasmo por miles de fieles, muchos de ellos llegados de otros países de la región, que ven en su presencia un símbolo de esperanza.
Antes de la misa, el papa rezó en el lugar de la explosión del puerto de Beirut ocurrida en 2020, que dejó más de 220 muertos. Conmovido, bendijo a los familiares de las víctimas y exigió justicia, recordando que la investigación del caso sigue bloqueada por intereses políticos. “Rezo por todas las víctimas y llevo conmigo la sed de verdad y justicia de tantas familias”, declaró.
En su último día en el país, Leão XIV también visitó un hospital psiquiátrico gestionado por religiosas franciscanas, donde fue recibido como el “padre de los olvidados”. La madre superiora agradeció su visita, destacando su compromiso con los marginados. El papa pidió a los cristianos del Oriente Medio que mantengan la fe y la valentía, en un contexto donde la comunidad cristiana en el Líbano ha ido disminuyendo debido a la emigración de los jóvenes.
La visita del papa Leão XIV al Líbano, tras su paso por Turquía, marca el cierre de su primera gira internacional y refuerza su papel como mediador por la paz en una región marcada por conflictos prolongados. La comunidad internacional, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha seguido de cerca estos gestos diplomáticos del pontífice.
