Vista satelital de las islas en disputa conocidas como Senkaku en Japón y Diaoyu en China, epicentro de un nuevo incidente marítimo entre ambos países. (Foto: Instagram)
En la madrugada del martes 2 de diciembre, buques chinos y japoneses se enfrentaron cerca de un grupo de islas en disputa en el Mar de China Oriental, intensificando aún más las ya delicadas relaciones diplomáticas entre ambos países. Según medios japoneses, las embarcaciones estaban armadas con ametralladoras. La Guardia Costera de Japón informó que interceptó dos barcos chinos que se acercaban a una embarcación pesquera japonesa.
Este incidente se produce en un contexto de creciente tensión entre Pekín y Tokio, tras las recientes declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi. Durante una sesión parlamentaria, Takaichi afirmó que Japón respondería militarmente si China intentara un bloqueo naval sobre Taiwán, al considerar que tal acción pondría en riesgo la seguridad nacional japonesa. Estas declaraciones provocaron una fuerte reacción del gobierno chino, que exigió su retractación.
Desde el punto de vista chino, un barco pesquero japonés habría ingresado ilegalmente en las aguas de las Islas Diaoyu —territorio que Japón denomina Islas Senkaku—, una zona cuya soberanía es reclamada por ambos países. Según el diario japonés The Sankei Shimbun, este sería el vigésimo noveno día consecutivo en que embarcaciones chinas ingresan en dichas aguas.
El portavoz de la Guardia Costera china, Liu Dejun, reiteró que las Islas Diaoyu y sus aguas adyacentes forman parte del territorio chino, y exigió a Japón que detenga sus "actos de violación y provocación". Además, aseguró que China continuará con sus operaciones de patrullaje en la región.
El conflicto por estas islas, aunque de larga data, se ha intensificado en los últimos meses, en un momento en el que la comunidad internacional observa con preocupación el aumento de la tensión en Asia-Pacífico. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún no ha emitido una declaración oficial al respecto, aunque se espera que Washington siga de cerca los acontecimientos, dado su papel estratégico en la región.
