La influencer brasileña Juliana Oliveira, conocida en redes como Juju do Pix, ha iniciado una compleja y dolorosa reconstrucción facial tras haber sido víctima de un procedimiento estético fallido en 2017. Juliana, una mujer trans de 32 años, fue sometida sin su consentimiento a la inyección de una sustancia desconocida, que ella creía que era un relleno de silicona. En total, le fueron aplicadas 21 jeringas de este material, lo que provocó deformaciones severas en su rostro.
Juliana relató que confiaba plenamente en la profesional que realizó el procedimiento, pero los resultados fueron devastadores. Su rostro quedó irreconocible, con hinchazones y alteraciones que ella misma describe como “estilo Frankenstein”. Desde entonces, ha pasado por múltiples intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos, en un intento por recuperar su apariencia original y su autoestima.
A través de sus redes sociales, Juliana ha compartido su experiencia como una advertencia para otras personas que consideran someterse a intervenciones estéticas. Subraya la importancia de consultar con profesionales cualificados y de asegurarse de conocer a fondo los productos y técnicas que se emplearán.
Su historia ha conmovido a miles de seguidores y ha recibido el respaldo de especialistas que reconocen la gravedad de su situación. A pesar del trauma físico y emocional, Juliana mantiene la esperanza y la determinación de volver a sentirse bien consigo misma.
El caso de Juliana pone en evidencia los peligros de los procedimientos estéticos clandestinos o mal realizados, especialmente entre personas trans, quienes a menudo enfrentan dificultades para acceder a atención médica segura y adecuada. Además, su testimonio refuerza la necesidad urgente de establecer regulaciones más estrictas y una mayor fiscalización en el sector de la estética.


