Andriy Yermak, jefe de gabinete de Zelensky, en el centro de la polémica tras una operación anticorrupción en su residencia. (Foto: Instagram)
La agencia nacional anticorrupción de Ucrania (NABU), junto con el Fiscal Especializado Anticorrupción (SAPO), realizó este viernes una operación de registro en la residencia de Andriy Yermak, jefe de gabinete y mano derecha del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Las autoridades confirmaron que la acción fue autorizada y forma parte de una investigación en curso, aunque no se han revelado más detalles.
La operación se enmarca en una investigación iniciada a principios de noviembre sobre un desvío de aproximadamente 100 millones de dólares (unos 92 millones de euros) en la empresa estatal de energía nuclear Energoatom. Entre los implicados se encuentra Timour Minditch, exsocio de Zelensky y codirector de la productora Kvartal 95, donde el presidente ucraniano trabajó antes de su carrera política.
Minditch ha sido sancionado financieramente y es señalado como líder de un esquema de sobornos, en el que habría exigido pagos a contratistas externos de Energoatom para mantener sus contratos. Las autoridades afirman que se valió de su cercanía con Zelensky para continuar con sus actividades ilegales.
El exministro de Energía y actual ministro de Justicia, German Galushchenko, también está bajo sospecha y fue apartado de su cargo el 12 de noviembre por su presunta implicación en la red de corrupción.
Aunque Yermak no ha sido formalmente acusado, la presión política crece: tanto diputados de la oposición como miembros del propio partido presidencial piden su dimisión. Esta situación podría debilitar aún más la imagen de Zelensky y complicar las negociaciones para obtener apoyo económico y militar europeo en el conflicto con Rusia.
En paralelo, Ucrania analiza una propuesta de paz en 28 puntos presentada por Estados Unidos, que incluye la cesión de territorios a Rusia. Yermak lidera las negociaciones y se espera que Zelensky viaje próximamente a Washington para reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump. Se especula que Trump podría utilizar estas acusaciones de corrupción como argumento para presionar a Ucrania a aceptar los términos del acuerdo.
