Una imagen que mostraba a una mujer de 91 años, llamada Helen, esposada y de pie ante un juez, conmovió a usuarios de redes sociales en todo el mundo. Según la leyenda que acompañaba la imagen, Helen habría sido arrestada tras intentar robar un medicamento para su esposo George, de 88 años, con quien llevaba casada 65 años. El fármaco, que antes costaba 50 dólares (unos 46 euros), había subido a 940 dólares (aproximadamente 865 euros), un precio que la pareja ya no podía permitirse.
La historia relataba que Helen, desesperada al ver a su esposo sin poder respirar durante tres días, intentó llevarse el medicamento sin pagar. Fue descubierta, sufrió un desmayo y terminó en el hospital. Al día siguiente, fue presentada ante un juez aún con el delantal puesto. Conmovido, el juez habría ordenado quitarle las esposas, desestimado los cargos y declarado que aquello era “un fracaso del sistema, no un crimen”, además de garantizar el tratamiento médico de la pareja.
Sin embargo, todo resultó ser una farsa. Sitios de verificación como Snopes, Yahoo News, IndiaTimes y PrimeTimer investigaron registros policiales y judiciales sin encontrar evidencia alguna de que una mujer llamada Helen Miller, de 91 años, hubiese sido arrestada por tal motivo. Expertos confirmaron que la imagen fue generada por inteligencia artificial y que el vídeo fue producido por una página de Facebook conocida por difundir historias ficticias con contenido creado por IA, buscando provocar reacciones emocionales y viralización.
A pesar de haber sido desmentida, la historia continuó circulando por plataformas como Instagram, X y Reddit, generando indignación y apoyo a la supuesta anciana y críticas al sistema de salud estadounidense. El caso pone de manifiesto el poder de las narrativas creadas por IA para manipular la opinión pública y la necesidad urgente de verificar la información antes de compartirla, especialmente en un contexto donde las emociones pueden ser explotadas con facilidad.
