Una familia alemana compuesta por el matrimonio Cigdem y Servet Bocek y sus dos hijos pequeños, Masal (3 años) y Kadir Muhammet (6 años), falleció durante unas vacaciones en Estambul, Turquía, en un presunto caso de envenenamiento por pesticida. En los primeros días de su estancia, la familia disfrutó de la gastronomía local sin presentar ningún problema de salud. Sin embargo, el 11 de noviembre comenzaron a experimentar síntomas graves como náuseas, vómitos y mareos.
Tras recibir atención médica inicial, regresaron al hotel, pero su estado se deterioró rápidamente. Cigdem y los niños fallecieron en el mismo hotel, mientras que Servet fue ingresado en estado crítico y murió seis días después. En un principio se sospechó de intoxicación alimentaria, pero las investigaciones apuntan ahora al fosfuro de aluminio, un pesticida que libera un gas tóxico al contacto con la humedad.
Se cree que el gas pudo haberse filtrado en la habitación a través del sistema de ventilación del baño. Las autoridades han detenido a 11 personas, incluidos empleados del hotel y de la empresa de fumigación. Uno de los aplicadores del pesticida no contaba con licencia para su uso, lo que agrava la situación legal de los implicados.
Otros dos huéspedes del hotel también presentaron síntomas similares, y sus pertenencias están siendo analizadas. El hotel ha sido evacuado y aislado para permitir las investigaciones y la recolección de muestras. Los cuerpos de las víctimas han sido trasladados al instituto forense turco, donde continúan los análisis toxicológicos.
Mustafa Celik, abuelo de los niños, ha expresado su profundo dolor y ha exigido justicia para su familia, pidiendo que los responsables enfrenten las consecuencias legales correspondientes. Las autoridades siguen investigando cómo se permitió el uso del pesticida en un entorno habitado y cómo llegó el gas a la habitación familiar.


