La historia del matrimonio entre Charlie Johns, de 22 años, y Eunice Winstead, de solo 9, ocurrido en 1937 en el estado de Tennessee (Estados Unidos), ha resurgido en redes sociales provocando una ola de indignación. El caso, que vuelve a ser viral, pone de manifiesto las graves deficiencias legales en la protección de menores en la historia estadounidense.
Charlie, agricultor de tabaco, y Eunice vivían en una zona rural de Hancock County. Para poder casarse, falsificaron la edad de la niña, aunque en ese entonces no era necesario, ya que la legislación del estado no establecía una edad mínima para contraer matrimonio. Además, los menores no necesitaban autorización parental para casarse legalmente.
La unión fue validada por las autoridades y contó con el respaldo de ambas familias, lo que generó aún más controversia. El caso fue ampliamente cubierto por los medios de comunicación y desató protestas, especialmente lideradas por mujeres que exigían reformas legales para evitar nuevos casos de matrimonio infantil.
A pesar del rechazo social, la pareja permaneció casada durante 60 años y tuvo nueve hijos, el primero de ellos nacido cuando Eunice tenía 14 años. Charlie falleció en 1997, pero el origen de su relación sigue siendo motivo de repulsa pública. En redes sociales, muchos califican la historia de “repugnante” y comparan la situación con un encarcelamiento infantil.
Durante años, activistas han luchado por endurecer las leyes. En 2016, la diputada republicana Jean Evans propuso elevar la edad mínima para casarse, argumentando que si los menores no pueden votar ni alistarse en el ejército, tampoco deberían poder casarse. Actualmente, Tennessee establece los 18 años como edad mínima para el matrimonio, con excepciones para jóvenes de 17 con consentimiento parental.
No obstante, los casos de matrimonio infantil siguen ocurriendo. En 2015, una niña de 15 años se casó con un hombre de 24 tras quedar embarazada a los 14. El matrimonio fue anulado y el hombre encarcelado.
La historia de Eunice sirve como recordatorio de que el matrimonio infantil sigue siendo una realidad en algunas regiones y que la lucha por proteger la infancia continúa siendo urgente.
