Kim Knor, una entusiasta del paracaidismo de 86 años, ha alcanzado un hito extraordinario al realizar su salto número 1.000 en paracaídas. Lo que hizo aún más especial esta hazaña fue que estuvo acompañada por sus hijas y su nieta, compartiendo el momento con tres generaciones de su familia. Para Kim, la presencia de sus seres queridos fue “la guinda del pastel” en una jornada ya de por sí emocionante.
Veterana del paracaidismo, Kim describió la experiencia como “gloriosa” y profundamente significativa. Ver a su familia saltar junto a ella fue, según sus palabras, un momento inolvidable de unión y celebración. Más allá de alcanzar una cifra redonda, Kim subrayó que este salto simbolizó la vida, la conexión familiar y la superación personal.
El salto tuvo lugar en un centro de paracaidismo en Estados Unidos, donde Kim es bien conocida por su dedicación al deporte. Comenzó su trayectoria en el paracaidismo hace décadas, acumulando experiencia y pasión a lo largo de los años. El evento fue cuidadosamente organizado para permitir la participación de sus familiares, convirtiéndose en una celebración memorable.
Además de su destreza deportiva, Kim es una firme defensora de la participación de mujeres, especialmente de edad avanzada, en deportes extremos. Su historia busca inspirar a otras personas a seguir viviendo nuevas experiencias, sin importar la edad. “Nunca es tarde para volar”, declaró.
La impresionante hazaña de Kim Knor no solo demuestra su valentía y perseverancia, sino también el poder de la familia y el espíritu de aventura que no conoce límites de edad.


