Skye, una niña estadounidense que fue diagnosticada a los 10 meses con leucemia mielomonocítica juvenil —una forma rara y agresiva de cáncer infantil—, logró superar la enfermedad gracias a un trasplante de médula ósea. Años más tarde, protagonizó un emotivo momento al caminar como damita de honor en la boda de Hayden Ryals, la joven que donó las células madre que le salvaron la vida.
El tratamiento, realizado en Estados Unidos, consistió en dos infusiones exitosas de células madre. Posteriormente, Hayden se puso en contacto con la familia de Skye mediante una carta, iniciando una relación que se fortaleció con el tiempo a través de las redes sociales. En el tercer cumpleaños de Skye, Hayden le hizo una invitación muy especial: quería que participara en su boda como damita de honor.
Con la aprobación médica necesaria, la familia de Skye viajó para asistir tanto al ensayo como a la ceremonia, donde conocieron en persona a la donante por primera vez. La madre de Skye, Savren, expresó su profunda gratitud en una entrevista al programa Good Morning America, afirmando emocionada: “Ella salvó la vida de nuestra hija”.
El emotivo reencuentro culminó cuando Skye recorrió el pasillo de la iglesia, simbolizando esperanza y superación, y sellando para siempre el vínculo entre ambas familias.