Sauntore Thomas, un veterano de la Fuerza Aérea de 44 años, fue víctima de un nuevo episodio de discriminación racial en Estados Unidos. Tras ganar un juicio por racismo contra su antigua empresa, recibió una indemnización de aproximadamente 99.000 dólares (unos 93.000 €). Sin embargo, al intentar depositar los cheques en una sucursal del TCF Bank en Livonia, Michigan, los empleados consideraron los documentos sospechosos y llamaron a la policía, acusando a Thomas de intento de fraude.
Thomas relató sentirse humillado cuando varios coches patrulla rodearon el banco y fue interrogado por los agentes dentro de la sucursal. “Fue embarazoso. Si yo fuera blanco, esto no estaría pasando”, declaró.
Su abogada, Deborah Gordon, explicó que los cheques eran legítimos, emitidos por la empresa Enterprise Leasing Co. de Detroit, y que podrían haberse verificado fácilmente. Ante la negativa del banco, Thomas acudió a otra entidad financiera donde logró depositar los cheques sin inconvenientes y recibió el dinero en menos de 24 horas.
El TCF Bank emitió una disculpa oficial reconociendo que no debieron haber llamado a la policía y asegurando que no toleran el racismo. No obstante, la defensa de Thomas considera que la disculpa no es suficiente y ha presentado una nueva demanda contra la entidad, calificando el caso como un claro ejemplo de “banking while black”, término que denuncia el prejuicio racial en instituciones bancarias.
“Es innegable que los cheques eran válidos. Vieron a un hombre negro con dinero y asumieron que era fraude. Eso es inaceptable”, concluyó la abogada.
Este caso ha reavivado el debate sobre la discriminación racial en el sistema financiero estadounidense, mientras el presidente Donald Trump no ha emitido declaraciones al respecto.