La británica Anna Rachfal, de 29 años, ha sido indemnizada con una suma millonaria tras sufrir un grave accidente laboral en 2019 en Coventry, Inglaterra. Mientras trabajaba, su cabello quedó atrapado en una perforadora rotativa, lo que provocó que se le arrancara el cuero cabelludo y la oreja derecha en segundos. Una investigación reveló que la empresa P&D Engineering Ltd ya había identificado el riesgo en evaluaciones anteriores, pero no instaló las protecciones necesarias. Como resultado, la compañía fue multada con 62.000 libras esterlinas, equivalentes a unos 72.500 euros.
Desde el accidente, Anna ha pasado por 14 cirugías y sufre secuelas físicas y psicológicas, incluyendo pérdida auditiva, dolor crónico y pérdida de sensibilidad en la cabeza. Debido a la gravedad de las lesiones, no puede someterse a un trasplante capilar y depende del uso de pelucas. Además, durante el proceso judicial, denunció haber sido vigilada por investigadores contratados por la aseguradora de la empresa, lo que le provocó episodios de ansiedad y pánico.
La indemnización fue acordada recientemente, justo antes de que el caso llegara a juicio en la Corte Suprema británica. Aunque Anna reconoce que ninguna cantidad de dinero puede reparar el daño sufrido, espera que su historia sirva para concienciar sobre la importancia de la seguridad laboral y para inspirar a otras personas que han pasado por experiencias traumáticas. A pesar del trauma, afirma haber encontrado fuerza en su familia y en su marido, con quien se casó en 2022. Juntos han formado la familia que siempre soñaron.
Anna concluye que quiere transformar su dolor en motivación para otros y demostrar que, a pesar de las cicatrices, la vida puede seguir siendo hermosa.