McEwen Baker, una joven estadounidense de 26 años, vivió un momento desgarrador en 2023 al despertar sin poder ver nada. Desde muy pequeña ha enfrentado graves problemas de salud visual. Diagnosticada a los 2 años con artritis idiopática juvenil, poco después desarrolló uveítis, una inflamación ocular severa que casi la deja ciega. A los 6 años se le detectó glaucoma, y desde entonces ha sido sometida a 24 procedimientos oftalmológicos.
A los 16 años, un accidente le causó la ruptura del ojo derecho, dejándola completamente ciega de ese lado. Su ojo izquierdo, el único funcional, comenzó también a fallar con el tiempo. En los últimos años, su visión se ha vuelto impredecible: hay días en los que puede ver parcialmente y otros en los que vive en total oscuridad durante varios días seguidos.
McEwen describió la experiencia como devastadora y confesó haber pasado por momentos de negación y desesperación. A pesar de ello, se esfuerza por adaptarse a su nueva realidad y agradece los días en los que puede ver algo. En sus propias palabras: “Mi visión es impredecible. A veces veo un poco, a veces nada, pero nunca bien. Estoy aprendiendo a adaptarme”.
Con el objetivo de compartir su experiencia y ayudar a otros que atraviesan situaciones similares, McEwen decidió abrirse en redes sociales. Sus publicaciones han alcanzado miles de visualizaciones, y su mensaje de vulnerabilidad y fortaleza ha resonado en muchas personas. “Pasé años escondiéndome, pero ya no quiero vivir así. Compartir mi historia me conectó con personas que pasan por lo mismo”, explicó.
Actualmente, utiliza su plataforma para concienciar sobre las enfermedades invisibles, especialmente las oculares, y para fomentar el apoyo mutuo entre quienes enfrentan desafíos similares. “Tu vulnerabilidad es una superpotencia”, afirma.