Bennett Kaspar-Williams, un hombre trans estadounidense residente en Los Ángeles, ha compartido su experiencia durante el embarazo de su hijo, en la que fue reiteradamente tratado como “madre” por el personal médico, a pesar de su identidad masculina. Bennett, quien comenzó su transición en 2014 tras descubrir en 2011 que era trans, se casó con su pareja Malik en 2019 y decidió formar una familia. Para ello, interrumpió su tratamiento con testosterona, ya que, aunque se había sometido a una mastectomía, aún conservaba los órganos reproductivos necesarios para gestar.
La concepción se produjo en marzo de 2020, justo antes del confinamiento por la pandemia de Covid-19. Su hijo, Hudson, nació por cesárea en octubre del mismo año. Durante su estancia en el hospital, Bennett vivió momentos de incomodidad y disforia debido al trato recibido: pese a tener barba, pecho plano y documentación oficial con marcador de género masculino, las enfermeras y el personal sanitario se referían a él como “madre” o “señora”.
Bennett critica que el sistema de salud estadounidense aún asocia automáticamente el embarazo con la maternidad femenina, sin contemplar otras realidades. “Toda la institución de asistencia al embarazo en América está centrada en vender el concepto de ‘maternidad’, lo que hace muy difícil evitar el maltrato”, afirmó.
A pesar de estos desafíos, Bennett considera que gestar a su propio hijo ha sido una de las mayores pruebas de fuerza y valentía de su vida. “Nada sobre estar embarazado me pareció femenino. De hecho, creo que fue lo más difícil y valiente que he hecho. Nada se siente más poderoso que poder decir que soy un padre que gestó a su propio hijo”, concluyó.