Maria y Lucy Aylmer, nacidas en enero de 1997 en el Reino Unido, han llamado la atención internacional por ser gemelas con rasgos físicos completamente distintos. Hijas de padre blanco y madre de origen jamaicano, las hermanas son gemelas bivitelinas, es decir, concebidas a partir de óvulos diferentes, lo que permite una mayor variabilidad genética.
Lucy tiene piel clara, ojos azules y cabello rubio liso, mientras que Maria presenta piel oscura, ojos marrones y cabello rizado. Esta marcada diferencia sorprendió incluso a su madre, Donna, quien confesó haberse quedado sin palabras al verlas por primera vez en el hospital, ya que las ecografías no anticipaban la diferencia de tonos de piel.
Durante la infancia, su aspecto tan contrastante generó dudas incluso entre sus compañeros de escuela, quienes llegaron a pedir pruebas como sus certificados de nacimiento para creer que eran realmente gemelas. “Estudiábamos en la misma clase, pero nadie tenía problemas para saber quién era quién”, recuerda Lucy.
Actualmente, ambas siguen caminos profesionales distintos: Maria estudia Derecho y Lucy se ha enfocado en Arte y Diseño. A pesar de sus diferencias físicas y de personalidad —Maria es más extrovertida y Lucy más reservada—, ambas destacan el fuerte vínculo que las une como hermanas. Lucy señala con orgullo que Maria suele contar en la universidad que tiene una hermana gemela blanca, mientras que ella se siente igualmente orgullosa de tener una gemela negra.
El caso de las hermanas Aylmer es un ejemplo poco común de cómo la genética puede jugar con una paleta tan diversa dentro de una misma familia. Su historia ha sido difundida por medios internacionales como CBS y el Daily Mail, generando reflexión sobre la diversidad racial y los estereotipos sobre la apariencia de los gemelos.