Juliana Garcia, una mujer de 35 años, ha decidido hablar públicamente sobre la brutal agresión que sufrió por parte de su exnovio, el exjugador de baloncesto Igor Eduardo Cabral, en un ascensor de Natal (Brasil). El ataque, ocurrido el pasado 26 de julio y captado por cámaras de seguridad, dejó a Juliana con el rostro desfigurado tras recibir 61 puñetazos. Actualmente, el agresor se encuentra detenido en la cárcel pública del estado de Rio Grande do Norte.
A través de sus redes sociales, Juliana ha compartido su testimonio con el objetivo de alertar a otras mujeres sobre los peligros de las relaciones abusivas. En una sesión de preguntas con sus seguidores en Instagram, explicó que no abandonó antes la relación porque no todo el tiempo era violenta, algo que, según ella, forma parte del ciclo típico del abuso. Hizo un llamado a la empatía hacia quienes no comprenden por qué muchas víctimas no logran salir de estas situaciones de inmediato.
Juliana también reveló que deberá someterse a una nueva cirugía dentro de seis meses para corregir un desvío del tabique nasal causado por la agresión. A pesar de la violencia del ataque, que duró 36 segundos, no llegó a perder el conocimiento, lo que atribuye a una “protección divina”.
Desde el incidente, Juliana ha utilizado su experiencia para concienciar sobre la violencia de género y animar a otras víctimas a buscar ayuda. El caso ha generado gran conmoción en las redes sociales y ha vuelto a poner en el centro del debate la necesidad de combatir la violencia en las relaciones sentimentales.