









La estadounidense Kathy McDaniel afirma haber vivido una experiencia cercana a la muerte en 1999, cuando entró en coma inducido tras desarrollar un síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) causado por una fuerte gripe. Con 53 años, afrontaba apenas un 3% de posibilidades de supervivencia y relata haber atravesado visiones que describe como el infierno antes de, según sus palabras, sentirse acogida por Dios.
Kathy permaneció en coma durante tres semanas debido a complicaciones respiratorias graves. En una entrevista para el pódcast DEAD Talks, contó recuerdos que considera “demasiado claros como para haber sido solo imaginación”. “Para mí, eso demuestra que no ocurrió en mi cerebro, sino en mi alma, y el alma no se puede apagar”, afirmó.
Según su relato, la experiencia comenzó en un “lugar totalmente oscuro”, seguido de un resplandor rojizo que pensó que era el amanecer. La escena pronto se transformó en una niebla caliente con un fuerte olor, hasta que una voz le preguntó: “¿Sabes dónde estás?”. Kathy dijo que la única respuesta que le vino a la mente fue “en el infierno”. A continuación, escuchó una carcajada y salió corriendo.
Durante el coma, relató haber pasado por distintos escenarios, entre ellos una ciudad en ruinas, un campo de espinos y encuentros con “un demonio”. En ese momento, recibió la tarea de cortar arbustos que volvían a crecer sin cesar, en un ciclo interminable. “Era como estar atrapada en un trabajo sin sentido”, explicó.
La experiencia, según Kathy, cambió de tono cuando comenzó a sentir una atmósfera de paz. Contó que se vio “nadando en un océano de amor” y que se reencontró con un amigo que había fallecido poco antes. Aseguró que ese reencuentro le transmitió el mensaje de que aún tenía “mucho por hacer” y que no era su hora de permanecer en el otro plano.
Criada en una familia católica, Kathy confesó que había atravesado crisis de fe debido a traumas personales, como un divorcio y la pérdida de un bebé. Al compartir su vivencia, insiste en que su testimonio pretende apoyar a quienes también han vivido situaciones similares. “Es muy común —y aceptado en los grupos en los que participo— que cuando alguien está en coma, la conciencia pueda vagar […] Empecé en el infierno y terminé en la presencia de Dios”, aseguró.
Según Scientific American, se estima que entre un 5% y un 10% de la población conserva recuerdos de experiencias cercanas a la muerte, muchas veces relacionadas con encuentros espirituales o visiones del más allá.