Fletcher Fazenbaker, una niña nacida en Maryland, Estados Unidos, fue diagnosticada al nacer con un tumor cerebral y enviada a casa bajo cuidados paliativos, con una esperanza de vida de apenas dos semanas. Sus padres, Stevee y Billy Fazenbaker, recibieron la devastadora noticia de que no había nada que los médicos pudieran hacer y que debían aprovechar el poco tiempo que tendrían con su hija.
Sin embargo, Fletcher desafió los pronósticos médicos desde el primer momento. A pesar de su diagnóstico terminal, sus padres decidieron presentarle el mundo, llevándola a sentir la lluvia y disfrutar de pequeños momentos. Un mes después, volvieron a buscar alternativas médicas, pero nuevamente les dijeron que no había tratamiento viable.
La esperanza renació cuando una enfermera recomendó el St. Jude Children’s Research Hospital. En apenas dos días, el hospital aceptó evaluar el caso. El equipo médico sospechó de un tipo raro de glioma hemisférico infantil, menos agresivo que otros tumores cerebrales. Tras colocarle una válvula para drenar líquido del cerebro y realizar una biopsia, se confirmó el diagnóstico y se inició un tratamiento oral que redujo el tumor a la mitad en solo tres meses.
En marzo de 2023, Fletcher fue sometida a una cirugía en la que se logró extirpar completamente el tumor. Para octubre del mismo año, había completado su tratamiento, y desde entonces no ha mostrado señales de la enfermedad. Actualmente, con tres años de edad, la niña continúa con terapias para superar retrasos en el desarrollo, y ya puede sentarse con apoyo y mantener la cabeza erguida.
Stevee describe a su hija como una niña dulce, feliz, amante de la música, los cuentos y la naturaleza. La familia comparte su historia como un testimonio de fe y superación, refiriéndose a Fletcher como un “milagro vivo”. Su caso ha conmovido a miles en redes sociales y se ha convertido en símbolo de esperanza para otras familias en situaciones similares.