
El secretario de Guerra de EE.UU., Pete Hegseth, anuncia la Operación Ataque Hawkeye en una rueda de prensa en Washington. (Foto: Instagram)
Las fuerzas armadas de Estados Unidos llevaron a cabo una operación militar en territorio sirio como respuesta a un ataque del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) que resultó en la muerte de dos soldados estadounidenses y un civil que trabajaba como intérprete. El ataque inicial tuvo lugar el pasado 13 de diciembre en la región de Palmira.
La ofensiva, denominada Operación Ataque Hawkeye, fue ejecutada el viernes 19 de diciembre y tuvo como objetivo eliminar combatientes del ISIS, así como destruir infraestructuras y depósitos de armas del grupo terrorista. El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró en la red social X que se trataba de un acto de “venganza” y no del inicio de una guerra. “Los Estados Unidos de América, bajo el liderazgo del presidente Trump, jamás vacilarán ni cederán en la defensa de nuestro pueblo”, afirmó.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) confirmó también la operación, aunque no se ha proporcionado una cifra exacta de bajas enemigas. Hegseth aseguró que “muchos” militantes del ISIS fueron abatidos durante la ofensiva.
Este nuevo episodio de violencia en Siria reaviva las tensiones en una región ya marcada por años de conflicto y por la presencia intermitente de células yihadistas. La respuesta militar estadounidense refuerza la postura del presidente Donald Trump, quien ha prometido mano dura contra el terrorismo internacional y ha comparado recientemente a los cárteles de la droga con el Estado Islámico, asegurando que continuará con este tipo de acciones militares.


