El presidente Jair Bolsonaro fue sometido el miércoles 17 de diciembre a una pericia médica en la sede de la Superintendencia Regional de la Policía Federal en Brasilia. La evaluación fue ordenada por el ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), como parte de un proceso judicial en curso.
La solicitud responde a argumentos presentados por la defensa del mandatario, que alega que Bolsonaro sufre de problemas de salud que podrían requerir una intervención quirúrgica. Según sus abogados, su estado clínico podría impedirle cumplir con ciertas obligaciones legales, lo que justificaría una revisión judicial de sus condiciones de detención o participación en el proceso.
La pericia médica es considerada clave para el avance de la investigación, ya que el estado de salud del presidente puede influir en decisiones judiciales futuras. Aunque la evaluación ya se ha realizado, hasta el momento no se han divulgado los resultados ni se ha confirmado la necesidad de una cirugía.
El caso continúa bajo la supervisión del STF, y se espera que se publiquen nuevas actualizaciones conforme se tomen decisiones sobre el proceso judicial. La situación de salud del presidente se ha convertido en un punto central en la estrategia de defensa, en un contexto de elevada tensión política y jurídica en Brasil.


