Luto en Sídney por las víctimas del atentado durante Hanukkah. (Foto: Instagram)
La ciudad de Sídney, en Australia, fue escenario de un atentado terrorista el pasado domingo 14 de diciembre durante la celebración del festival judío de Hanukkah en la playa de Bondi. El ataque, perpetrado por Naveed Akram, de 24 años, y su padre Reuven Morrison, de 62 años, dejó 15 personas muertas y decenas de heridos. Reuven murió en el lugar, mientras que su hijo fue herido por la policía y permaneció en coma durante casi 48 horas, despertando el martes 16 de diciembre.
Las autoridades australianas han acusado a Naveed de 59 delitos, entre ellos terrorismo, homicidio, lesiones dolosas, intento de atentado con bomba y exhibición de símbolos terroristas. La policía confirmó que ambos atacantes actuaron motivados por la ideología del Estado Islámico. Naveed estaba siendo investigado por la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad (ASIO) desde 2019, aunque no se había confirmado su vinculación con células extremistas hasta el ataque.
El atentado también reveló actos de valentía por parte de civiles. Uno de los héroes fue Ahmed al Ahmed, un vendedor de frutas musulmán de 43 años, que desarmó a uno de los atacantes y fue herido en el proceso. Actualmente se encuentra hospitalizado en estado estable. Su gesto ha sido ampliamente reconocido y su familia ha recibido más de 700.000 euros en donaciones.
Otro héroe fue Reuven Morrison, un inmigrante ucraniano que sobrevivió al Holocausto. Durante el ataque, intentó proteger a su esposa y amigos arrojando objetos a los atacantes, incluido un ladrillo, antes de ser abatido. Su valentía ha sido destacada por los medios y su historia ha conmovido a la nación.
Los funerales de las víctimas comenzaron el martes 16 y continuarán hasta el miércoles 17. El país permanece en luto mientras las investigaciones siguen en curso y la comunidad internacional condena el atentado. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún no ha emitido una declaración oficial sobre el ataque.
