La bandera de México ondea en un momento clave para la política comercial del país. (Foto: Instagram)
El Congreso de México aprobó este miércoles 10 de diciembre un significativo aumento en las tarifas de importación para productos provenientes de países con los que no mantiene acuerdos comerciales, entre ellos Brasil. La medida, que entrará en vigor el 1 de enero de 2026, afectará a 1.463 categorías de productos, con aranceles mínimos del 35%. La decisión fue respaldada por el Senado con 76 votos a favor, cinco en contra y 35 abstenciones, tras haber sido previamente avalada por la Cámara de Diputados.
La presidenta Claudia Sheinbaum, cuyo partido controla ambas cámaras, defiende que esta política busca fortalecer la industria nacional y estimular la producción interna. Entre los sectores impactados se encuentran el automotriz, textil, de electrodomésticos, plásticos, calzado y confección.
Además de Brasil, otros ocho países serán afectados por la nueva normativa: China, Corea del Sur, India, Indonesia, Rusia, Tailandia, Turquía y Taiwán. Algunos legisladores que se abstuvieron señalaron la falta de estudios sobre el impacto inflacionario de la medida, así como la rapidez con la que fue debatida.
La propuesta se enmarca en un contexto de creciente tensión comercial entre Estados Unidos y China. México ha sido señalado por Washington como posible punto de entrada de productos chinos al mercado estadounidense. En este sentido, algunos parlamentarios sugieren que la decisión fue influenciada por la presión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
El gobierno chino expresó su rechazo a lo que considera una “coerción” para restringir exportaciones, y anunció que evalúa posibles respuestas. Aunque México propuso establecer un grupo de trabajo con China para tratar el tema, no se han revelado detalles concretos.
La presidenta Sheinbaum sostiene que esta iniciativa forma parte del Plan México, orientado a reducir la dependencia de importaciones y aumentar el contenido nacional en los productos manufacturados. Además, el país se prepara junto a Canadá para renegociar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ante nuevas exigencias del gobierno de Trump.
