Donald Trump intensifica sus ataques contra la prensa con el ‘Hall de la Vergüenza’. (Foto: Instagram)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado sus ataques contra los medios de comunicación mediante la creación del “Hall de la Vergüenza” (Hall of Shame), una sección del sitio web de la Casa Blanca donde se enumeran periodistas y medios acusados por el gobierno de difundir noticias falsas, tendenciosas o engañosas. Esta iniciativa incluye una lista llamada “Infractores de la semana”, en la que se señala públicamente a periodistas con acusaciones de mentiras sin pruebas, como ocurrió recientemente con dos reporteros del The Washington Post.
Hasta la fecha, el listado cuenta con 39 entradas e incluye medios de gran prestigio como The New York Times, The Associated Press, Reuters, Politico y el Wall Street Journal. Las acusaciones van desde parcialidad y omisión de contexto hasta “locura de la izquierda”.
Expertos en libertad de prensa, como Katherine Jacobsen del Comité para la Protección de los Periodistas, han calificado la iniciativa como una campaña difamatoria que podría alentar ataques contra periodistas tanto en línea como en el mundo real. Jonathan Katz, investigador del Brookings Institution, advierte que el sitio puede tener un efecto inhibidor sobre la libertad de expresión y la prensa independiente.
La medida ha sido ampliamente criticada por su potencial para erosionar uno de los pilares fundamentales de la democracia estadounidense: una prensa libre. Según Tom Jones, del Instituto Poynter, nunca antes un presidente había atacado a los medios de esta manera. A pesar de las críticas, la secretaria de prensa Karoline Leavitt ha defendido la acción, acusando a los periodistas de tener un nivel históricamente bajo de profesionalismo.
Una encuesta reciente del Pew Research Center muestra que la percepción de los medios varía según la afiliación política: el 60% de los republicanos cree que los medios hacen un mal trabajo en la cobertura electoral, mientras que el 77% de los demócratas opina lo contrario.
El Instituto Brookings advierte que este ataque a la prensa libre es una amenaza directa a uno de los siete pilares de la democracia estadounidense, junto con la protección de elecciones libres, el Estado de derecho, la lucha contra la corrupción, el pluralismo, el combate a la desinformación y el respeto a la democracia.
