Celso Amorim defiende la soberanía latinoamericana ante la presión de EE. UU. (Foto: Instagram)
Celso Amorim, principal asesor para asuntos internacionales del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que Brasil no presionará al presidente venezolano Nicolás Maduro para que renuncie, a pesar de la creciente presión ejercida por Estados Unidos. En una entrevista con el periódico británico The Guardian, Amorim rechazó la posibilidad de una intervención militar estadounidense en Venezuela, advirtiendo que una acción de ese tipo podría desencadenar un conflicto de alcance global, similar al de Vietnam.
Amorim defendió la soberanía de los países latinoamericanos y criticó la lógica de que cada elección cuestionada deba dar lugar a una invasión extranjera. "El mundo estaría en llamas", declaró. También expresó su preocupación por la creciente presencia militar de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, bajo la justificación de combatir el narcotráfico. Actualmente, buques de guerra, cazas F-35 y el portaaviones USS Gerald R. Ford se encuentran desplegados en la región como parte de la operación “Lanza del Sur”.
El asesor brasileño alertó de que estas maniobras podrían esconder intenciones políticas, especialmente contra Maduro, a quien Washington acusa de liderar el cartel de Los Soles, recientemente designado como organización terrorista internacional. Esta clasificación ha abierto la puerta a posibles intervenciones en otros países latinoamericanos bajo el pretexto de combatir el terrorismo.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha intensificado su retórica contra gobiernos como el de Venezuela y Colombia. Incluso ha acusado al presidente colombiano Gustavo Petro de estar vinculado con el narcotráfico.
En cuanto a la posibilidad de que Maduro solicite asilo político en Brasil, Amorim no descartó que el mandatario venezolano pueda intentarlo, aunque subrayó que no quiere fomentar esa idea. Recordó que el asilo es una práctica común en América Latina y citó el caso del expresidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez, a quien Brasil ofreció refugio en 2005.
Amorim concluyó que una intervención militar en Venezuela podría encender un sentimiento antiestadounidense en toda América Latina, y reiteró que Brasil no participará en iniciativas que puedan desestabilizar la región.
