Elon Musk arremete contra la Unión Europea tras la multa a X. (Foto: Instagram)
Elon Musk, propietario de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), ha generado polémica al declarar que la Unión Europea (UE) "debería ser abolida", después de que el bloque impusiera una multa de 120 millones de euros a su plataforma. La sanción, anunciada el 6 de diciembre, es la primera bajo una legislación europea aprobada hace tres años que busca combatir la difusión de contenidos ilegales y peligrosos en plataformas digitales.
Según la investigación de la UE, X habría violado varias normativas al permitir prácticas engañosas en la verificación de cuentas de usuarios. El sistema actual permite a cualquier persona obtener el distintivo azul de verificación mediante el pago de una suscripción, sin necesidad de confirmar la identidad del titular del perfil. Esto, según Bruselas, ha expuesto a los usuarios a estafas y manipulaciones.
En respuesta, Musk escribió en su cuenta oficial: “La Unión Europea debería ser abolida y la soberanía devuelta a cada país, para que los gobiernos puedan representar mejor a sus pueblos”. Añadió que ama Europa, pero no “el monstruo burocrático que es la UE”.
La Comisión Europea ha dado a la empresa un plazo de 60 días para presentar un plan con las medidas que adoptará para corregir los problemas detectados. Si no lo hace, podrían imponerse nuevas sanciones.
Musk adquirió la plataforma en 2022 por 44.000 millones de dólares (aproximadamente 40.900 millones de euros al cambio actual). Desde entonces, ha modificado el sistema de verificación de identidad, eliminando los controles previos y permitiendo el acceso al distintivo azul mediante pago, lo que ha suscitado críticas por facilitar la suplantación de identidad y la desinformación.
Las declaraciones de Musk han reavivado el debate sobre la regulación de las grandes tecnológicas en Europa y el equilibrio entre libertad de expresión y responsabilidad digital. La postura del empresario, que ha sido respaldada por algunos sectores euroescépticos, contrasta con los esfuerzos de la UE por establecer normas más estrictas para proteger a los usuarios en línea.
