Gerson de Melo Machado, un joven brasileño de 19 años conocido como “Vaqueirinho”, falleció trágicamente el domingo 30 de noviembre tras ingresar al recinto de una leona en el zoológico de João Pessoa, en el estado de Paraíba (Brasil). El caso ha conmocionado a la sociedad y ha puesto de relieve una vida marcada por la pobreza extrema, la negligencia y trastornos psiquiátricos no tratados.
La conselheira tutelar Verônica Oliveira, quien acompañó a Gerson durante ocho años, expresó estar profundamente afectada por lo ocurrido. Según relató, el joven creció en condiciones de extrema vulnerabilidad, sin apoyo familiar y con antecedentes de enfermedades mentales en su entorno. Desde pequeño, Gerson manifestaba un deseo recurrente de ir a África para “domar leones”. A los 10 años, fue encontrado deambulando solo por una carretera y rescatado por la Policía Rodoviaria Federal.
A pesar de haber sido separado legalmente de su madre, Gerson intentaba frecuentemente visitarla, escapando de los albergues donde residía, aunque ella no estaba en condiciones de cuidarlo. Fue el único de sus hermanos que no logró ser adoptado, algo que Verônica atribuye a sus posibles trastornos mentales.
Su obsesión con los leones lo llevó incluso a intentar colarse en un avión con destino a África. Sólo en su adolescencia, y tras ingresar en el sistema socioeducativo, fue diagnosticado formalmente con trastornos mentales, un diagnóstico que Verônica considera tardío y fruto de una atención deficiente por parte de los profesionales.
El día del incidente, Gerson escaló una pared de más de seis metros, cruzó varias barreras de seguridad y utilizó un árbol para acceder al recinto de la leona en el Parque Arruda Câmara. Fue atacado fatalmente por el animal. Las autoridades locales afirmaron que el zoológico cumplía con todas las normas de seguridad y han iniciado una investigación. El parque ha sido cerrado temporalmente, sin fecha prevista de reapertura.
