Boriska Kipriyanovich nació en Rusia en 1996 y desde temprana edad ha captado la atención internacional por asegurar que vivió en Marte antes de reencarnar en la Tierra. Según sus padres, comenzó a hablar frases complejas con apenas ocho meses y, a los tres años, ya discutía temas como sistemas estelares, el planeta rojo y tecnologías espaciales sin haber sido expuesto previamente a estos asuntos.
Lo que más sorprendía de sus declaraciones no era solo el nivel técnico, sino la emoción con la que describía la supuesta destrucción de Marte, que, según él, fue arrasado por una guerra nuclear. Boriska aseguraba haber sido enviado a la Tierra con la misión de advertir a la humanidad para que no repitiera los errores que llevaron a la extinción de su antigua civilización marciana.
Con el paso del tiempo, sus recuerdos de esa vida pasada se fueron desvaneciendo, pero su historia sigue generando debates sobre la conciencia, la posibilidad de la reencarnación y los límites del conocimiento humano. A pesar del escepticismo de muchos, el caso de Boriska continúa siendo uno de los relatos más intrigantes sobre vidas anteriores y fenómenos inexplicables.
Su testimonio ha sido objeto de análisis en círculos científicos y esotéricos, y ha alimentado teorías sobre la existencia de civilizaciones avanzadas en otros planetas. Aunque no se ha podido comprobar la veracidad de sus afirmaciones, Boriska ha dejado una huella en la cultura popular y en la discusión sobre los misterios que aún rodean a la existencia humana y el universo.
