El expresidente Pedro Castillo durante un discurso previo a su detención en 2022. (Foto: Instagram)
La Corte Suprema de Perú ha condenado al expresidente Pedro Castillo a más de 11 años de prisión por su implicación en un intento de golpe de Estado ocurrido en diciembre de 2022. La sentencia, anunciada este jueves 27 de noviembre, declara a Castillo culpable del delito de rebelión por haber atentado gravemente contra el orden constitucional del país.
Durante su mandato, Castillo intentó disolver el Congreso peruano, instaurar un gobierno de excepción y convocar nuevas elecciones, medidas que, aunque contempladas en ciertos casos por la Constitución del país andino, fueron consideradas ilegales por el Congreso. En ese momento, el Parlamento ya había iniciado el proceso para aprobar una tercera moción de vacancia en su contra, equivalente a un proceso de destitución.
Tras su intento fallido de disolver el Legislativo, Castillo fue destituido por el Congreso, arrestado y sometido a juicio. A lo largo del proceso judicial, varios de sus exministros también fueron condenados por su participación en los hechos.
En agosto de este año, el exmandatario, de tendencia izquierdista, solicitó apoyo a líderes regionales, incluido el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en lo que denominó una "guerra para acabar con el crimen y la corrupción". Esta petición no impidió que la justicia peruana siguiera adelante con las acusaciones en su contra.
La condena de Castillo se suma a una preocupante tendencia en la política peruana: actualmente, cuatro expresidentes del país se encuentran en prisión, lo que refleja una profunda crisis institucional y una lucha persistente contra la corrupción en las más altas esferas del poder.
