Investigadores de la Universidad de Brasília (UnB) han revelado avances prometedores en el desarrollo de un posible tratamiento contra el Alzheimer, basado en una sustancia extraída del veneno de la avispa social brasileña Polybia occidentalis. El compuesto, denominado Octovespina, es un péptido que ha demostrado en estudios de laboratorio la capacidad de reducir la acumulación de la proteína beta-amiloide, uno de los principales responsables de la degeneración cerebral característica de esta enfermedad.
La Octovespina fue inicialmente aislada a partir de toxinas naturales presentes en el veneno de la avispa. En fases tempranas de investigación, el compuesto consiguió disminuir significativamente las placas de beta-amiloide, lo que podría ralentizar el daño neuronal y mitigar síntomas como la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo.
El estudio cuenta con el respaldo financiero de la Fundación de Apoyo a la Investigación del Distrito Federal (FAP-DF) y reúne a un equipo multidisciplinar compuesto por neurofarmacólogos, bioquímicos, farmacéuticos y físicos. El objetivo es aprovechar la biodiversidad brasileña como fuente de nuevas terapias innovadoras.
Para hacer viable el uso en humanos, los científicos desarrollaron una versión análoga de la Octovespina, optimizada para una mejor absorción en el cuerpo. Una de las vías de administración más prometedoras es la intranasal, que permitiría que la sustancia llegue al cerebro de forma menos invasiva.
No obstante, los investigadores advierten que los resultados aún son preliminares y se basan únicamente en pruebas de laboratorio y modelos animales. Para confirmar su eficacia y seguridad en humanos, será necesario realizar ensayos clínicos rigurosos y obtener aprobación regulatoria.
Si las próximas etapas tienen éxito, la Octovespina podría representar un avance significativo en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas en Brasil, brindando esperanza a más de 1,2 millones de personas afectadas por el Alzheimer en el país. Los expertos insisten en que nadie debe intentar tratamientos caseros con picaduras de avispa, ya que el uso terapéutico requiere control científico y estrictas medidas de seguridad.


