El presidente Donald Trump se dirige a la prensa desde su resort Mar-a-Lago tras un tiroteo cerca de la Casa Blanca. (Foto: Instagram)
En la víspera del Día de Acción de Gracias, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se encontraba hospedado en su resort Mar-a-Lago, en Florida, a más de 1.300 km del lugar donde ocurrió un tiroteo cerca de la Casa Blanca. El incidente tuvo lugar la tarde del miércoles 26 de noviembre y dejó a dos miembros de la Guardia Nacional gravemente heridos.
Al conocer el suceso, Trump abandonó uno de sus clubes de golf para regresar al resort y emitir un comunicado a través de la red Truth Social. En su mensaje, calificó al atacante de “animal” y aseguró que “pagará un precio muy alto” por sus actos. El presidente también expresó su apoyo a los militares y policías estadounidenses, a quienes describió como “personas verdaderamente extraordinarias”.
La imagen difundida muestra el resort Mar-a-Lago, lugar donde el mandatario se encontraba al momento del ataque. La gravedad del suceso llevó a que el vicepresidente JD Vance, quien visitaba a tropas en Fort Campbell, Kentucky, pidiera oraciones por las víctimas y calificara el hecho como un “recordatorio sombrío” del peligro que enfrentan los militares en servicio.
El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, confirmó el ataque a las 17:42 (hora de Brasilia), informando que el sospechoso también resultó herido y fue detenido. Hasta el momento, no se han revelado detalles sobre la identidad del atacante ni sobre las motivaciones del tiroteo.
El FBI ha iniciado una investigación sobre el incidente, y la Casa Blanca fue puesta en estado de “lockdown” como medida de precaución. Además, los vuelos hacia Washington fueron temporalmente suspendidos.
El presidente Trump ha reiterado su compromiso con las fuerzas de seguridad y prometió justicia para los responsables del ataque.
