
Agentes auxilian a un miembro de la Guardia Nacional herido durante el tiroteo cerca de la Casa Blanca en Washington D.C. (Foto: Instagram)
Un tiroteo ocurrido la tarde del miércoles 26 de noviembre cerca de la Casa Blanca, en Washington D.C., ha dejado a dos agentes de la Guardia Nacional gravemente heridos. El incidente tuvo lugar en la intersección de la 17th Street con la I Street, a escasos 500 metros de la residencia presidencial, lo que provocó el cierre inmediato del complejo de la Casa Blanca como medida de seguridad.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó en redes sociales que un sospechoso fue detenido y se encuentra en estado crítico. En sus declaraciones, Trump calificó al atacante como “un animal” y prometió que “pagará un precio muy alto”. También expresó su apoyo a las fuerzas de seguridad: “Dios bendiga a nuestra gran Guardia Nacional y a todos nuestros militares y policías. Son personas verdaderamente extraordinarias”.
Inicialmente, el gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, había informado erróneamente que los agentes habían fallecido, pero rectificó minutos después. Por su parte, el director del FBI, Kash Patel, aseguró que la agencia está investigando el caso, mientras que la secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, señaló que su departamento colabora con las autoridades locales.
El área fue rápidamente acordonada por la policía para facilitar las labores de investigación. La presencia de la Guardia Nacional en Washington D.C. no es nueva: desde hace meses, unidades de diferentes estados están desplegadas en la capital como parte del plan del presidente Trump para combatir la criminalidad. En octubre, el mandatario también autorizó el envío de 300 efectivos a Chicago, en un esfuerzo por controlar lo que calificó como “crimen fuera de control”.
El gobierno local, encabezado por la alcaldesa Muriel Bowser, ha informado que sigue de cerca la evolución de los hechos.


