Soldados de la Guardia Nacional aseguran la zona del tiroteo cerca de la Casa Blanca. (Foto: Instagram)
Un tiroteo ocurrido la tarde del miércoles 26 de noviembre, en vísperas del Día de Acción de Gracias, dejó gravemente heridos a dos miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos en el centro de Washington, D.C., a tan solo 500 metros de la Casa Blanca. El ataque tuvo lugar alrededor de las 14:30 (hora local) en el cruce de la 17th Street con la I Street, una zona turística y administrativa cercana a la residencia oficial del presidente Donald Trump.
El sospechoso, identificado como Rahmanullah Lakanwal, un inmigrante afgano de 29 años, fue detenido poco después del incidente. Según informaciones del Departamento de Seguridad Interna, fue admitido en el país bajo un programa de libertad condicional masiva durante el gobierno de Joe Biden. El presidente Trump confirmó esta información y, en un mensaje publicado en Truth Social, calificó al atacante como “animal” y aseguró que “pagará un precio muy alto”.
Los dos soldados heridos formaban parte del contingente desplegado en Washington como parte de una operación de seguridad ordenada por Trump desde agosto, que incluyó el envío de más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional. Tras el tiroteo, el presidente ordenó el refuerzo inmediato con 500 soldados adicionales, aunque esta medida enfrenta desafíos legales, ya que un juez federal había suspendido temporalmente el despliegue por considerarlo ilegal. La administración Trump ha solicitado la revisión urgente de dicha decisión judicial.
La zona del ataque fue completamente aislada y fuerzas del Servicio Secreto y del FBI se unieron a la investigación. Se analizan imágenes de cámaras de seguridad para esclarecer los hechos. No se han confirmado otros heridos ni se ha determinado aún la motivación del ataque o vínculos del agresor con grupos extremistas.
El incidente provocó interrupciones en el tráfico, suspensión de transporte público y alertas en edificios gubernamentales cercanos. La situación ha elevado el nivel de alerta en la capital estadounidense, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en torno a la Casa Blanca.
