La COP30 concluye en Belém con polémica y divisiones sobre los combustibles fósiles. (Foto: Instagram)
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), celebrada en Belém, Brasil, concluyó el pasado sábado 22 de noviembre en medio de fuertes críticas por parte de la prensa internacional. El documento final, denominado “Mutirão Global”, consta de ocho páginas y ha sido duramente cuestionado por no incluir ninguna mención directa a los combustibles fósiles, como el petróleo o el carbón, considerados los principales responsables del calentamiento global.
Medios internacionales como The Guardian calificaron el cierre de la conferencia como “un caos”, destacando que, a pesar de la falta de avances concretos, la COP30 abrió espacio para mayores debates sobre la reducción de la dependencia de productos petroquímicos e incluyó una mayor participación de comunidades indígenas y científicos.
Por su parte, The Washington Post señaló que las expectativas eran altas, pero que la cumbre podría ser recordada como un “fracaso”. The Economist fue aún más contundente, afirmando que la COP30 “terminó con un suspiro” y criticó la omisión explícita de los combustibles fósiles en el texto final. La BBC News también subrayó que esta edición fue una de las más polémicas en las tres décadas de historia de las cumbres climáticas, con muchos países mostrando su indignación por la falta de compromiso con la eliminación del uso de combustibles fósiles.
El texto final sí contempla un aumento en los fondos destinados a países pobres que sufren las consecuencias del cambio climático, lo que ha sido valorado positivamente por algunos sectores. No obstante, la exclusión de medidas concretas para reducir el uso de combustibles fósiles ha sido interpretada como una señal de debilidad política y falta de consenso global.
Cabe destacar que la ausencia de esta mención ya se anticipaba desde los últimos días de la cumbre, cuando Brasil, país anfitrión, presentó un borrador que omitía referencias a la reducción del uso de estos combustibles.
En un contexto internacional marcado por conflictos, desinformación y la influencia del presidente estadounidense Donald Trump, la COP30 ha dejado un sabor amargo entre los defensores del medio ambiente, que esperaban compromisos más firmes en la lucha contra el cambio climático.
