Una bebé fue ingresada de urgencia en un hospital de Estados Unidos tras presentar síntomas de botulismo, una infección bacteriana rara pero potencialmente mortal. Según relató su madre, Hanna Everett, la niña comenzó a mostrar señales alarmantes de debilidad y dificultad para alimentarse poco después de consumir una fórmula infantil que posteriormente fue retirada del mercado en todo el país.
La situación generó gran preocupación pública y llevó a las autoridades sanitarias a iniciar una investigación sobre el producto consumido. La empresa responsable anunció un retiro voluntario del lote afectado y aseguró estar colaborando plenamente con las investigaciones para garantizar la seguridad de los consumidores.
La niña, que anteriormente gozaba de buena salud, permanece ingresada en cuidados intensivos, recibiendo tratamiento especializado. Su madre expresó la angustia vivida durante el episodio, afirmando que se sintió impotente al ver el deterioro de su hija. La familia ha iniciado una campaña para concienciar a otros padres y exigir responsabilidad a los fabricantes.
El gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, ha declarado que está siguiendo de cerca el caso y ha reforzado las medidas de fiscalización sobre productos alimenticios infantiles. Expertos en salud infantil advierten que el botulismo, aunque poco común, puede ser letal si no se trata rápidamente, y recomiendan a los padres estar atentos a signos como debilidad muscular o problemas respiratorios tras el consumo de fórmulas.
Este caso ha reabierto el debate sobre los controles de calidad en la industria alimentaria infantil y la necesidad de respuestas rápidas por parte de las autoridades ante posibles amenazas a la salud pública. La familia Everett, mientras tanto, mantiene la esperanza de una recuperación completa para su hija y continúa luchando por justicia.


