Mal Nash, un carpintero de 42 años residente en Devon, Reino Unido, comenzó a experimentar fuertes dolores de espalda en abril de 2025. Tras acudir al médico, fue enviado a casa con analgésicos sin que se realizara un diagnóstico adecuado. Con el tiempo, su condición empeoró hasta que perdió completamente la movilidad de la cintura hacia abajo.
Después de tres visitas al hospital, una resonancia magnética finalmente reveló que Nash padecía un seminoma metastásico, un tipo de cáncer testicular que se había propagado a su columna vertebral, afectando las vértebras T6 y T7. La metástasis provocó una parálisis irreversible.
Su hermano gemelo, Kevin Nash, relató el impacto emocional que tuvo ver a Mal en ese estado, describiendo la experiencia como “horrenda”. A pesar de una cirugía de emergencia para intentar recuperar movilidad, el procedimiento no tuvo éxito. Actualmente, Mal se encuentra en tratamiento de quimioterapia, aunque ya no podrá volver a caminar.
La familia, que ha enfrentado esta situación con determinación, lanzó una campaña de recaudación de fondos para adaptar la vivienda a las nuevas necesidades de Mal. Hasta el momento, han conseguido más de 5.800 euros (conversión de R$31.000), acercándose a su objetivo de aproximadamente 6.600 euros (R$35.000).
Kevin aprovechó el caso para hacer un llamado a la prevención, subrayando la importancia de realizar autoexploraciones regulares para detectar signos tempranos de cáncer testicular. Según Cancer Research UK, unos 2.400 hombres son diagnosticados con este tipo de cáncer cada año en el Reino Unido, y unas 65 personas fallecen anualmente por esta causa.
El caso de Mal Nash pone de manifiesto los riesgos de diagnósticos tardíos y la necesidad de mayor atención médica ante síntomas persistentes, así como la importancia del acceso a exámenes especializados desde las primeras consultas.


                            
                            
                            
                            
                            
                            