En el Children’s Hospital of Philadelphia (CHOP), los recién nacidos internados en la unidad de cuidados intensivos neonatales vivieron un emotivo momento al celebrar por primera vez Halloween. Con la colaboración de médicos, enfermeros y voluntarios, los bebés fueron vestidos con disfraces coloridos y creativos, como conejitos, calabazas, elefantes y hasta un trío de guisantes en una vaina. Uno de los momentos más entrañables fue protagonizado por las gemelas Holly y Sage, disfrazadas de ketchup y mostaza.
Esta celebración ya es una tradición en el hospital y tiene como objetivo ofrecer a las familias un momento de alegría en medio de la difícil experiencia de la hospitalización neonatal. Según el equipo médico, estos gestos ayudan a crear recuerdos positivos y aportan un sentido de normalidad a una etapa marcada por la incertidumbre.
Los padres de las gemelas, Allison Shapiro y Spencer vonHershman, expresaron su gratitud con el personal del hospital: “Saber que nuestros bebés están en un lugar donde no solo reciben cuidados excepcionales, sino también afecto y alegría, lo significa todo para nosotros”. Además, destacaron el sentimiento de comunidad que han encontrado en el CHOP, donde se sienten comprendidos y apoyados por otras familias que viven circunstancias similares.
El hospital subraya que este tipo de iniciativas tiene un impacto emocional significativo tanto para los padres como para el personal sanitario. “Permitir que los bebés se disfracen ayuda a traer un sentido de normalidad al entorno”, concluyó el equipo médico.
La celebración de Halloween en la UCI neonatal del CHOP no solo es una muestra de creatividad y ternura, sino también una forma de humanizar la atención médica y fortalecer los lazos entre familias y profesionales de la salud.


