Kate, madre de cuatro hijas, ha decidido ofrecer a cada una de ellas 35.000 dólares (aproximadamente 33.000 euros) como incentivo para que renuncien a celebrar bodas extravagantes. Su propuesta, conocida por las hijas desde la infancia, plantea una elección: aceptar el dinero o realizar una ceremonia tradicional costosa. El objetivo de Kate no es desalentar el matrimonio en sí, sino evitar que sus hijas inicien su vida en pareja con deudas significativas.
La decisión de Kate está basada en su propia experiencia. Ella misma organizó una boda lujosa, de la que hoy se arrepiente profundamente. Según relata, tanto ella como su marido tardaron cinco años en pagar los gastos del evento, que ahora considera un despilfarro económico. Si pudiera volver atrás, asegura que habría preferido invertir ese dinero en una vivienda, en acciones o incluso en una celebración sencilla en el jardín familiar.
A pesar de su postura crítica hacia las bodas ostentosas, Kate deja claro que respetará la decisión de sus hijas si optan por celebrar su enlace de manera tradicional. No obstante, insiste en que gastar tanto dinero en un solo día no es una elección sensata.
Su historia ha generado debate en redes sociales, especialmente en TikTok, donde compartió su propuesta. Muchos usuarios aplauden su enfoque práctico y realista, mientras otros cuestionan si es adecuado condicionar una decisión tan personal con una oferta económica.


