La estadounidense Ashlynn Moss, de 30 años, realizó un acto de amor y valentía al donar parte de su hígado a su hijo Luka, de tan solo siete meses, quien padecía atresia biliar, una enfermedad rara que bloquea los conductos responsables de drenar la bilis del hígado. Nacido en noviembre de 2023, Luka parecía saludable, pero poco después de salir del hospital, su madre notó que tenía ictericia. Tras varios exámenes, se confirmó el diagnóstico.
A los 18 días de vida, el bebé fue sometido a una cirugía conocida como procedimiento de Kasai, que no logró revertir el daño. La salud de Luka se deterioró rápidamente, hasta el punto de requerir alimentación por sonda y ser incluido en la lista de espera para un trasplante. Una primera oportunidad se perdió por un retraso en el vuelo del donante, pero semanas después Ashlynn fue confirmada como compatible.
A pesar de haberse sometido a una cesárea tan solo siete meses antes, la madre no dudó en ofrecerse como donante. La operación duró seis horas y fue un éxito. Tres días después, Ashlynn ya estaba recuperándose y visitando a su hijo. Tras 40 días de hospitalización, ambos fueron dados de alta y los exámenes confirmaron que el órgano trasplantado funcionaba correctamente.
Hoy, más de un año después del nacimiento de Luka, Ashlynn asegura que su hijo está sano, feliz y alcanzando todos los hitos de desarrollo como cualquier otro bebé. La experiencia fortaleció aún más el vínculo entre madre e hijo. “Estamos curados, prosperando y unidos para siempre. Él realmente es mi rayo de sol”, declaró emocionada.


                            
                            
                            
                            
                            
                            