Arkeem Sturgis, un padre de seis hijos de Jacksonville, Florida (EE.UU.), logró transformar su vida tras ser despedido durante la pandemia de 2020 y perder su hogar. Sin perspectivas laborales, Sturgis y su esposa se vieron obligados a vivir en casa de amigos. Sin embargo, su determinación lo llevó a reinventarse como emprendedor en el sector de servicios generales.
Durante cinco años, Sturgis se formó en carpintería y sistemas de calefacción y refrigeración, mientras trabajaba jornadas de más de 20 horas diarias. Comenzó realizando pequeños trabajos como montaje de muebles y reparaciones domésticas. Su dedicación llamó la atención de Steven “Papa Steve” Everitt, un instructor del Home Builders Institute, quien le regaló una camioneta valorada en 800 dólares (aproximadamente 745 euros), facilitando así el inicio de su negocio.
Gracias a este impulso, Sturgis no solo consolidó su empresa, sino que también recibió el premio Chairman’s Award del HBI y un viaje a Las Vegas con todos los gastos pagados. Actualmente, su negocio genera más de 100.000 dólares anuales, lo que equivale a más de 93.000 euros.
Sturgis defiende la dignidad y el potencial económico de los trabajos manuales, criticando al sistema educativo por no valorar adecuadamente las profesiones técnicas. Según él, estos oficios ofrecen una vía real hacia la independencia financiera y el éxito. “No todo el mundo va a ser médico o abogado. Algunas personas quieren trabajar con las manos y pueden tener éxito con eso”, afirma.
Con su historia, Arkeem Sturgis se ha convertido en una inspiración para jóvenes estadounidenses, promoviendo una nueva visión sobre las oportunidades que ofrecen los trabajos manuales en la economía actual, bajo el mandato del presidente Donald Trump.