Una bailarina polaca de 27 años fue hallada muerta en un resort de Bali (Indonesia) tras seguir una dieta frutariana extrema que la dejó en un estado crítico de desnutrición. Karolina Krzyzak, exalumna de la Universidad de Leeds (Reino Unido), comía únicamente frutas crudas y pesaba alrededor de 22 kilos en el momento de su muerte, ocurrida en diciembre de 2024. El caso ha generado gran repercusión internacional en los últimos días.
Según el Daily Mail, Karolina adoptó esta dieta a los 19 años, motivada por la búsqueda de un estilo de vida “natural” y una obsesión por la imagen corporal. Con el paso del tiempo, comenzó a mostrar signos severos de deficiencia nutricional, como uñas amarillentas, dientes deteriorados y dificultades para caminar.
La joven se alojó en el resort Sumberkima Hill, en Bali, tras hacer una reserva de última hora por WhatsApp. Solicitó una villa con piscina y pidió que las comidas estuvieran compuestas exclusivamente por frutas. El gerente del hotel, Bernard Hudepohl, explicó que la petición no les pareció extraña, ya que las solicitudes veganas y crudívoras son comunes entre los turistas de la zona.
Durante los primeros días, los empleados notaron que Karolina estaba extremadamente débil. Según los testimonios, apenas podía caminar y necesitó ayuda de un recepcionista para llegar a su habitación. Durante su estancia, se limitaba a recibir entregas de fruta en la puerta y pasaba la mayor parte del tiempo tumbada o sentada en la terraza.
Tres días después, un vecino local que regentaba un café crudívoro contactó con el resort tras perder el contacto con la joven, con quien había quedado en verse. Al revisar la habitación, los trabajadores la encontraron sin vida. La causa de la muerte fue confirmada como desnutrición.
Natural de Varsovia, Polonia, Karolina se había trasladado al Reino Unido a los 18 años para cursar estudios universitarios. Allí se acercó al veganismo y a prácticas como el yoga y la meditación. En Instagram describía su estilo de vida como “transformador” y decía estar agradecida por haberle “abierto los ojos a tantas cosas”.
En los últimos años, amigos y familiares habían notado el empeoramiento de su estado de salud. Según la información divulgada, fue ingresada en una clínica de Polonia en 2018 para tratar trastornos alimentarios, pero retomó la dieta restrictiva poco después de recibir el alta.
