Leovani Vera nació en diciembre de 2022 en Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, con solo 27 semanas de gestación y un peso de 410 gramos, equivalente al de una lata de refresco. Su diminuto tamaño era tal que la alianza de boda de su padre cabía en su brazo como si fuera una pulsera. El bebé pasó 127 días internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCI), desafiando todas las expectativas médicas.
Durante el embarazo, la madre, Isabel, de 32 años, fue diagnosticada con presión arterial alta y los médicos detectaron una restricción de crecimiento fetal y alteraciones en el flujo sanguíneo. Estas complicaciones obligaron a adelantar el parto para evitar mayores riesgos.
Isabel relató al medio australiano Kidspot que nunca se separó emocionalmente de su hijo, incluso cuando no podía estar físicamente junto a él. A través de cámaras instaladas en el hospital, seguía cada movimiento de Leovani. “Es mi milagro”, afirmó emocionada. Durante los cuatro meses de hospitalización, Isabel pasaba largas horas en el centro médico, incluso durmiendo en el coche o en la sala de espera para permanecer cerca de su bebé.
Tras recibir el alta, Leovani fue considerado saludable y evolucionó adecuadamente. Inicialmente, Isabel temía compartir su historia por miedo a críticas sobre el bajo peso del niño. Sin embargo, al hacerlo en redes sociales, encontró apoyo de otras familias que vivieron experiencias similares.
Este conmovedor caso ha captado la atención internacional y ha sido calificado como un verdadero milagro médico, demostrando la fuerza de la vida incluso en condiciones extremadamente adversas.