Amare Stover, un niño que reside en Decatur, Alabama (Estados Unidos), vive con las graves consecuencias de la neurofibromatosis tipo 1 (NF1), una enfermedad genética que provoca el crecimiento de tumores por todo el cuerpo. En su caso, los efectos se concentran especialmente en el rostro, provocando deformaciones faciales, dificultades de aprendizaje y la pérdida total de visión en el ojo izquierdo.
Desde su nacimiento, Amare ha enfrentado múltiples desafíos médicos. Apenas con unos meses, fue diagnosticado con glaucoma y NF1. En 2012, una traqueostomía fue necesaria para permitirle respirar, ya que los tumores comprimían su garganta. Actualmente, su ojo izquierdo está completamente cerrado y la visión en el derecho se deteriora rápidamente. Los médicos advierten que podría perder tanto la vista como la audición.
Además de los problemas de salud, Amare sufre acoso escolar y discriminación. Su madre, Kandice Stover, denuncia que tanto niños como adultos lo han llamado “monstruo” y lo han ridiculizado en público. A pesar de ello, ella asegura que su hijo lleva una vida lo más normal posible: juega, corre y disfruta del deporte como cualquier niño de su edad.
Kandice también enfrenta enormes dificultades económicas. Cría sola a Amare desde que él tenía cuatro meses, y ha perdido su vivienda debido a los gastos médicos. En ocasiones, ha tenido que depender de transporte gratuito o pedir ayuda para llevar a su hijo al hospital. La quimioterapia, que Amare recibe desde hace años, no ha logrado reducir los tumores, lo que agrava aún más la situación.
Ante la falta de apoyo institucional y la ausencia del padre, Kandice ha creado una campaña de recaudación de fondos en la plataforma GoFundMe para cubrir los costes médicos y de transporte. Actualmente, 1 dólar estadounidense equivale a aproximadamente 0,93 euros, por lo que cualquier donación, aunque pequeña, puede marcar una gran diferencia para esta familia.