En un acto de valentía y rapidez, una niña de 11 años llamada Juliana Fischer ayudó a salvar a un niño de 5 años que cayó en un pozo de aproximadamente seis metros de profundidad en Tyngsboro, Massachusetts (EE.UU.). El incidente ocurrió cuando la tapa del pozo cedió, y el pequeño Jack quedó atrapado en el fondo, aferrándose a un poste para evitar ahogarse.
La madre del niño, Kathleen, entró en pánico y pidió ayuda desesperadamente. Juliana, vecina de la familia, escuchó los gritos y corrió al lugar. Al ver la situación, tuvo la iniciativa de llevar una escalera hasta el pozo, permitiendo que el padre del niño descendiera para rescatarlo. Gracias a su intervención, Jack fue rescatado con solo algunos rasguños y hematomas.
Los servicios de emergencia llegaron poco después, pero el niño ya había sido retirado del pozo con éxito. Fue trasladado al hospital para una evaluación médica y recibió el alta pocas horas después. Las autoridades locales procedieron a sellar el pozo con placas metálicas y bloques de concreto para evitar futuros accidentes.
La comunidad elogió a Juliana por su acción heroica, aunque ella rechazó el título diciendo: “Cualquiera habría hecho lo mismo”. Su gesto ha sido ampliamente reconocido como un ejemplo de solidaridad y coraje.